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Opinión - En defensa del periodismo. Por Neus Tomàs

Una receta griega, fácil y deliciosa para preparar una cena rica en proteínas

La strapatsada destaca como una opción sabrosa y alta en proteínas

Aurora López

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A veces, lo más sencillo es lo que más nos sorprende. Entre las múltiples recetas tradicionales que ofrece la cocina griega, la strapatsada destaca como una de las más accesibles y sabrosas. Esta preparación, que combina huevos, tomates frescos, queso feta y un generoso chorro de aceite de oliva, es la opción perfecta para quienes desean una cena nutritiva, rápida y llena de sabor mediterráneo.

Con solo unos pocos ingredientes y menos de media hora, este plato se convierte en un aliado ideal para las noches en las que necesitamos cocinar algo saludable que no suponga complicarse la vida. Si estás buscando inspiración para tus cenas, anímate a probar esta receta. Aunque aquí no tengamos el mar Egeo a la vista, preparar una strapatsada en casa es una forma sencilla y auténtica de viajar a Grecia sin moverse de la cocina.

Más allá de su valor nutricional, este plato representa la esencia de la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. La strapatsada recoge en su sencillez todo lo que hace especial a esta cocina: el protagonismo de ingredientes frescos y locales, y una manera de cocinar que prioriza la salud sin renunciar al placer.

El sabor de la sencillez

La strapatsada es una receta originaria de Grecia y se come especialmente durante los meses de verano, cuando los tomates están en su punto más dulce y jugoso. La palabra strapatsada proviene del italiano “strapazzare”, que significa “revolver”, una descripción perfecta del modo en que se incorporan los huevos batidos a la salsa de tomate caliente. El resultado es una mezcla cremosa y reconfortante que recuerda, vagamente, a unos huevos revueltos con tomate, pero con la profundidad de sabor que aporta el aceite de oliva virgen extra y el queso feta desmenuzado.

Además, este plato no requiere más de 20 minutos de preparación y se cocina en una sola sartén, lo que la convierte en una opción ideal para quienes disponen de poco tiempo, pero no quieren recurrir a opciones procesadas o insípidas.

Ingredientes frescos, resultados sabrosos

Además de su delicioso sabor y textura reconfortante, la strapatsada es un plato altamente nutritivo. Es rica en proteínas, lo que ayuda a mantener la masa muscular y prolonga la sensación de saciedad. Como añadido, no solo requiere ingredientes económicos y fácilmente disponibles, sino que también es adaptable a distintas dietas. Puede hacerse sin queso para quienes evitan los lácteos, o con tofu en lugar de huevo para quienes siguen una alimentación vegana.

El éxito de esta receta también reside en la calidad de los ingredientes. Por un lado, los tomates deben estar bien maduros, preferiblemente frescos y rallados a mano, aunque también puede usarse una buena conserva de tomate natural si no se dispone de producto fresco.

Por su parte, el huevo aporta la mayor parte de la proteína del plato. De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, un solo huevo contiene alrededor de 7 gramos de proteína. Si se utilizan tres o cuatro huevos, como es habitual en esta receta, el contenido proteico se dispara, convirtiéndola en una comida ideal para quienes buscan aumentar su ingesta de proteínas, ya sea por motivos deportivos, dietéticos o de salud.

El queso feta, otro icono de la gastronomía helénica, no solo añade sabor y textura, sino también una dosis extra de proteína y calcio. Además, al tratarse de un queso elaborado con leche de oveja o cabra, es más digestivo que los quesos a base de leche de vaca. Nutricionalmente hablando, los huevos y el queso aportan vitaminas como la A, D y E, mientras que el tomate es fuente de licopeno, un antioxidante con propiedades antiinflamatorias.

Preparación paso a paso

Así, la strapatsada demuestra que no hacen falta técnicas complejas ni ingredientes exóticos para preparar una cena deliciosa, saludable y rica en proteínas. En tan solo 20 minutos, y con unos pocos ingredientes básicos, se puede disfrutar de un plato que es al mismo tiempo un homenaje a la cocina griega y una solución práctica para el día a día. Estos son los ingredientes para dos personas:

  • Una cebolla
  • Un diente de ajo
  • Un tomate maduro
  • Tres huevos
  • 50 gramos de queso feta
  • Cinco gramos de azúcar
  • 15 mililitros de vinagre de Módena
  • Tres gramos de comino molido
  • Tres gramos de pimentón dulce
  • Pimienta negra molida (al gusto)
  • Tomillo fresco (al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra

El procedimiento para preparar una buena strapatsada es simple:

  • En primer lugar, pela y pica la cebolla y el diente de ajo para, a continuación, calentar un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochar ambos ingredientes a fuego suave durante cinco minutos. Mientras tanto, corta el tomate por la mitad y rállalo.
  • Añade el azúcar y el vinagre a la sartén y deja que la mezcla de cebolla y ajo absorba los sabores y se caramelice. Cuando se haya evaporado todo el líquido, agrega el tomate rallado, el comino y el pimentón. Sofríe a fuego medio durante un par de minutos o hasta que se evaporen los jugos del tomate.
  • Incorpora los huevos ya batidos a la sartén y remueve a fuego suave. Cuando empiecen a cuajar, añade el queso feta desmenuzado, remueve para incorporarlo y retira la sartén del fuego. Los huevos se terminarán de cocer con el calor residual de la sartén.
  • Sirve con pan, espolvoreando más queso feta por la superficie y tomillo fresco picado al gusto.
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