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Nuevas tecnologías (y mucha IA) para mejorar la vida de los pacientes

Primera mesa de la IV Jornada de Salud de elDiario.es
9 de junio de 2025 13:24 h

Las nuevas tecnologías están transformando a fondo el ámbito sanitario. Esta revolución tecnológica no solo agiliza los procesos clínicos y administrativos. También redefine la forma en que se previene, diagnostica, trata y gestiona la salud. La inteligencia artificial (IA), el big data, la robótica, la telemedicina o los dispositivos portátiles multiplican la eficiencia en la gestión hospitalaria, reducen tiempos de espera, optimizan recursos, mejoran la experiencia del paciente.

Un ejemplo. Hace apenas dos décadas, secuenciar un genoma conllevaba años de trabajo. Hoy puede hacerse en cuestión de horas y a un menor coste. La lista de innovaciones es casi infinita, lo que se traduce en una medicina de precisión y en terapias avanzadas que mejoran la calidad de vida —y multiplica la curación— de los pacientes. En torno a estos aspectos giró la primera mesa de la IV Jornada de Salud: conectando ciencia, innovación y futuro, organizada el pasado 6 de junio por elDiario.es en Casa Seat (Barcelona).

Se estima que en torno al 30% de todos los datos que se generan en el mundo están relacionados con la salud. La posibilidad de disponer de las tecnologías necesarias que permitan acceder a ellos y poder integrarlos en el proceso médico tiene un impacto muy relevante. En este ámbito, las posibilidades que supone la IA son extraordinarias. “Puede generar automáticamente el informe médico e incorporar información a la historia clínica del paciente, lo que libera al profesional sanitario de una tarea que no le aporta valor”, afirmó María del Carmen Molina, experta en IA para Salud y Servicios Sociales en Telefónica España.

De alguna manera, esta tecnología humaniza la medicina, ya que el doctor puede asistir mucho mejor al paciente. Pero las utilidades de la IA van mucho más allá. “En lo que respecta al diagnóstico, puede detectar hallazgos con más nivel de precisión o llegar incluso donde el ojo humano no es capaz de hacerlo”, prosiguió Molina. A su vez, agiliza y mejora áreas que están muy saturadas, como Oncología, Traumatología o Dermatología. “El hecho de contar con un algoritmo de inteligencia artificial que realice un primer análisis de la imagen puede ayudar a descongestionar el sistema, a evitar derivaciones innecesarias, a reducir las listas de espera”, insistió la ponente.

Su uso, además, reduce las pruebas invasivas, como las biopsias, que han caído hasta un 27%. Así, el médico cuenta con mejores herramientas para poder hacer diagnósticos más precisos y priorizar así los casos realmente graves. “El dato permite que la medicina avance”, resumió la representante de Telefónica España, aunque recordó que todo el proceso siempre debe mantenerse bajo una “supervisión humana”. “Al final, es el facultativo el que tiene la última palabra y el que necesita entender la información que recibe”, apuntó.

Humanizar la salud

Por su parte, Leticia Rodríguez Vadillo, socia responsable de Retail, Consumo y Salud en PwC España, planteó varias preguntas que invitaron a la reflexión. ¿Qué se quiere conseguir realmente con el uso de la tecnología? ¿Cuál es el objetivo último de transformar diferentes ámbitos sanitarios mediante estas herramientas digitales? ¿Por qué y para qué se llevan a cabo todas estas acciones? “Veo demasiados proyectos con un sesgo tecnológico muy fuerte y echo de menos ver a los profesionales sanitarios y a los médicos en el corazón de este cambio”, apuntó la invitada. En su opinión, el gran reto es que la tecnología vuelva a humanizar la sanidad. Porque es cierto que las máquinas pueden aportar un volumen de análisis absolutamente incomparable con la capacidad humana, pero hay algo “que no van a poder sustituir nunca, que es la generación de confianza”.

Durante su charla, Rodríguez admitió que la avalancha de innovaciones es tan grande “que es a veces tentador el ir picoteando de aquí y de allá, pero hay que ir incorporando cambios y ver sus resultados”. Solo así se podrá comprobar si las inversiones producen los efectos esperados. “Debemos pasar de la investigación a la aplicación, de proyectos pilotos a experiencias concretas”, sostuvo. Por último, apeló a usar la tecnología para tener un enfoque más multidisciplinar con los pacientes.

En el debate también participó Juan Cruz Cigudosa, secretario de Estado de Ciencia, Innovación y Universidades del Ministerio de Ciencia, quien puso en valor los 2.400 millones de euros recogidos en el PERTE para la salud de vanguardia. Recordó que el gran objetivo es “que la Medicina llegue a más gente” y que todavía se debe avanzar más en “la parte preventiva”.

Mientras, Silvia Cabrera, jefa Clínica del Departamento de Ginecología, Obstetricia y Medicina de la Reproducción del Hospital de Sant Pau, ahondó en las posibilidades que la cirugía robótica tiene en los pacientes más frágiles y explicó cómo esta tecnología de última generación permite a los médicos que puedan volver a hacer su trabajo, sin cargas burocráticas que les resten un tiempo valioso que pueden dedicar a curar.

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