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Cómo eliminar las varices después de los 50 años

Examen médico de varices

Mercè Palau

10 de junio de 2025 05:00 h

Las varices son venas anormalmente dilatadas y —en la mayoría de los casos— tortuosas, que aparecen sobre todo en las piernas por una alteración en el retorno venoso. Las molestias que provocan de por sí suelen empeorar en verano a causa del calor. Además de ser un problema funcional, las varices también lo son desde un punto de vista estético. . Su origen tiene una carga genética es muy importante. Aunque hay otros factores, como los hormonales , posturales y la obesidad que también influyen.

Estamos frente a un problema que afecta a un 2,6% de las mujeres y a casi un 2% de los hombres, de acuerdo con los datos del estudio Framingham, un estudio del Servicio de Salud Pública estadounidense que recopila datos prospectivos sobre una amplia variedad de factores de riesgo biológicos y de estilo de vida y sobre los resultados de enfermedades cardiovasculares, neurológicas y de otro tipo en tres generaciones.

Qué son las varices y cuáles son sus síntomas

Cuando la sangre no fluye de la forma adecuada a través de las venas más cercanas a la superficie de la piel, se acumula y aumenta la presión de la pared venosa y provoca su inflamación. Si esto sucede, las venas se hacen más visibles a través de la piel.

Aunque quizás este sea el único síntoma que presente y que es frecuente referirse a ellas por su efecto antiestético, también es común que puedan ser muy molestas y que aparezcan otros signos como sensación de dolor o pesadez en las piernas, calambres, piernas inquietas, picazón o ardor en la piel sobre las venas, pies y tobillos hinchados o piel enrojecida o escamosa. Son molestias que se intensifican sobre todo cuando la persona permanece mucho tiempo de pie y con la llegada del calor durante los meses de verano. Las varices, además, pueden producir complicaciones como flebitis, sangrado o úlceras.

Las personas que sufren varices disponen de una variedad de opciones de tratamiento, y una de las técnicas más nuevas usa catéter con láser u ondas de radio de alta frecuencia para crear calor intenso en las varices. El Hospital Universitario General de Villalba, que cuenta con equipamiento tecnológico y formación y especialización de sus profesionales en este campo, avanza en la consolidación de su experiencia en el tratamiento de las varices mediante termoablación con radiofrecuencia.

Evaluación para el tratamiento de varices

Los tratamientos para las varices han evolucionado en los últimos años. Como hemos visto, ahora existen técnicas menos invasivas que tienen tiempos de recuperación más cortos. Pero abordar y tratar las varices debe pasar por un estudio previo del sistema venoso del paciente que permita asegurar “que el sistema venoso profundo funciona bien, ya que vamos a anular el superficial por estar varicosa”, explica el Doctor César Aparicio Martínez, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del hospital villalbino. Antes de empezar el tratamiento, los especialistas deben saber si la persona es una buena candidata o no para el tratamiento.

Según el experto, el objetivo de esta evaluación previa es comprobar que “la safena no está demasiado superficial para no correr el riesgo de abrasar la piel”, además de confirmar que no hay muchas elongaciones que imposibiliten pasar el catéter a través de la safena. El estudio de ecografía Doppler antes de iniciar la termoablación ayuda a decidir si la persona es indicada o no para esta ténica.

Termoablación por radiofrecuencia

La termoablación es una técnica que requiere una formación específica e intensiva, experiencia y técnicas avanzadas como las que dispone el General de Villalba. Con ella, es posible tratar la vena safena, cerrándola desde dentro gracias al calor que genera. A través de una punción se puede entrar en la vena y navegar por dentro, trabajando así desde el interior de la vena.

Esto hace que no sea necesario realizar incisiones inguinales y, además, tampoco es preciso un ingreso hospitalario, a diferencia de otras cirugías tradicionales que extirpan las varices, como la safenectomía en la que si hay incisión. Como explica el Doctor Aparicio Martínez, “su ventaja principal es que evita las heridas internas que se producen al quitar la safena en la safenectomía, lo que hace que el dolor postoperatorio disminuya y facilita la recuperación y la vuelta a la actividad habitual”.

Gracias a su carácter menos invasivo “se están llevando a cabo en pacientes de hasta los 70 o 75 años, cuando la mayoría de las intervenciones suele realizarse en pacientes de entre 40 y 60 años”, reconoce el Doctor Aparicio.

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