El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
'Cerebro(s)': una exposición para pensar la mente

Nada ha despertado más incógnitas a nivel científico y filosófico que el cerebro humano. A día de hoy, sus 86.000 millones de células siguen intrigando por igual a científicos, filósofos y artistas. Cerebro(s), comisariada por Emily Sargent, directora de exposiciones de la Wellcome Collection, y el físico y biólogo Ricard Solé, nos invita a recorrer este laberinto de neuronas, ideas y metáforas con una mirada multidisciplinar e integradora.
Dividida en tres grandes secciones —Materia, Mente y Otras mentes— la muestra es más que una simple exposición sobre un órgano. Es una invitación a pensar qué significa ser humano: cómo pensamos, cómo sentimos y cómo construimos nuestras identidades.
Ya en el antiguo Egipto, un papiro atribuido al médico Imhotep vinculaba daños cerebrales con cambios de conducta. Con el tiempo, la medicina y la anatomía empezaron a revelar que distintas funciones —como el habla o la visión— residían en zonas específicas del cerebro.
Materia: el cerebro en su dimensión física
Así nació el concepto de “localización cerebral”, base de la neurología moderna pero también de la frenología, una pseudociencia que afirmaba poder determinar la personalidad, el carácter o las tendencias criminales de un sujeto observando la forma de su cabeza, y que se usó para justificar todo tipo de prejuicios raciales y de género.
Aunque desacreditada, esta obsesión por la materialidad del cerebro persistió durante décadas, como demuestra el polémico caso de Albert Einstein, cuyo cerebro fue sustraído por el médico que le realizó la autopsia, quien pensó que hallaría en él las claves del genio del matemático. Spoiler: su cerebro no tenía nada especial.

No es hasta finales del s. XIX, con el trabajo de Ramón y Cajal y Camilo Golgi, que la neurociencia moderna se abre paso. Fue Cajal quien descubrió que el cerebro está hecho de neuronas que se comunican entre sí a través de conexiones especializadas llamadas sinapsis; descubrimiento que constituye la base de la comprensión actual del cerebro. Cajal, un excelente dibujante, realizó ilustraciones detalladas y precisas de las neuronas y sus conexiones, cartografiando así las estructuras del cerebro. Varios facsímiles de sus obras forman parte de la muestra.
Mente: el terreno de lo intangible
En la sección Mente, la exposición de adentra en el terreno de lo intangible, de los procesos internos que conforman la experiencia humana: la conciencia, la emoción, la memoria. La dualidad cartesiana entre cuerpo y alma se desmorona frente a los descubrimientos de la neurociencia moderna. La mente no es algo separado del cuerpo, sino el resultado de la dinámica del cerebro.
El cerebro no es estático; evoluciona a lo largo de la vida. En la infancia, las redes neuronales se expanden y se reorganizan a medida que el individuo interactúa socialmente y aprende a través del lenguaje: por eso solo tenemos recuerdos a partir de cierta edad. A medida que envejecemos, sin embargo, las neuronas dejan de crecer y comienzan a deteriorarse, lo que puede resultar en la pérdida de memoria y afectar nuestra percepción de la realidad.
Es en esta zona de la muestra en que vemos las pinturas realizadas por Carmen La Griega y su padre, enfermo de Alzheimer, cuyo deterioro progresivo puede apreciarse en la obra. O el documental de la artista Shona Willingworth sobre Claire, una mujer cuya amnesia severa le impide formar recuerdos, afectando cómo se ve a sí misma y cómo la ven otras personas.
También se abordan fenómenos como los sueños (¿por qué soñamos?) o las ilusiones ópticas, que ilustran cómo el cerebro no registra pasivamente el mundo, sino que lo interpreta, reconstruye y a veces incluso lo inventa.
Otras mentes: más allá del ser humano
Cerebro(s) desmonta la idea de que la cognición es una capacidad exclusiva del ser humano. Desde los pulpos, con sus estructuras neuronales descentralizadas y sus complejos comportamientos (pueden recordar, manipular objetos o reconocer personas), hasta organismos como Physarum, una ameba unicelular capaz de resolver laberintos sin poseer un cerebro, la exposición cuestiona el antropocentrismo con el que pensamos sobre la idea de inteligencia.

La exposición, cómo no, se detiene también en la inteligencia artificial. Y lo hace con Déjà-Vu, una obra de Joan Fontcuberta y Pilar Rosado en la que entrenan redes neuronales generativas con obras del Museo del Prado. Redes que luego generan nuevas obras que, a simple vista, parecen auténticas, pero que revelan alucinaciones o anomalías, errores que, quizá, podemos entender como una especie de inconsciente tecnológico.
El recorrido culmina con una reflexión sobre la inteligencia colectiva. Así como las colonias de hormigas o termitas funcionan como superorganismos, quizá las ciudades también puedan entenderse como cerebros colectivos, donde cada individuo es como una neurona dentro de una red interconectada.
Una exposición para pensar(nos)
Cerebro(s) no es solo un recorrido por las ciencias cognitivas, sino una propuesta cultural y filosófica que, a través de un enfoque interdisciplinar, conecta los avances neurocientíficos con las grandes preguntas humanas: ¿quiénes somos?, ¿cómo sentimos?, ¿qué nos hace conscientes?
En un tiempo en el que la inteligencia artificial desafía los límites de lo humano y la ciencia revela nuevos misterios del cerebro, esta exposición se convierte en una oportunidad única para detenernos a reflexionar. Y, en última instancia, comprender que explorar el cerebro es, quizás, la manera más profunda de explorarnos a nosotros mismos.
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Cerebro(s) es una exposición comisariada por Emily Sargent, directora de exposiciones de la Wellcome Collection, y Ricard Solé, físico y biólogo. Fue producida por el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), la Fundación Telefónica, la Wellcome Collection y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU). Presentada en 2022 en Barcelona y Madrid, estará expuesta en la Casa de la Ciencia de Sevilla hasta junio de 2026.
Sobre este blog
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con 24 institutos o centros de investigación -propios o mixtos con otras instituciones- tres centros nacionales adscritos al organismo (IEO, INIA e IGME) y un centro de divulgación, el Museo Casa de la Ciencia de Sevilla. En este espacio divulgativo, las opiniones de los/as autores/as son de exclusiva responsabilidad suya.
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