El Gobierno de Pradales da luz verde a Urkullu como “presidente ejecutivo” y con sueldo de la fundación que ha creado

El Gobierno vasco de Imanol Pradales ha dado luz verde a la compatibilidad del anterior lehendakari, Iñigo Urkullu, para que tenga un cargo “ejecutivo” -y, en definitiva, un salario- en la fundación europeísta que él mismo ha fundado, denominada eAtlantic y que fue lanzada el pasado mes de mayo. Por ley, los excargos de la Administración autonómica, sean asesores o lehendakaris, tienen que comunicar el inicio de cualquier actividad privada en los dos años posteriores a su cese para que se analice un posible conflicto de intereses. El actual Ejecutivo, con la firma de la consejera María Ubarretxena, ha emitido ya una resolución que ratifica que no ha encontrado ningún motivo de incompatibilidad, según ha podido saber este periódico.

Urkullu, inquilino de Ajuria Enea de 2012 a 2024, anunció al poco de dejar la Presidencia que quería constituir un 'lobby' europeísta y, sobre todo, atlantista. Desde el Gobierno, apoyado por otros líderes autonómicos como su amigo cántabro Miguel Ángel Revilla, empezó ya a defender que la cornisa cantábrica debería tener un peso específico en la Unión Europea y disponer de grupos de apoyo como los tiene el corredor mediterráneo. Deseaba impulsar conexiones ferroviarias o energéticas en ese espacio. Y ahora le quiere dar continuidad desde fuera y con el apoyo de grandes corporaciones como Iberdrola, BBVA, Kutxabank y Petronor (Repsol), que se han sumado al patronato de eAtlantic.

Esta entidad ya fue creada y, precisamente, fue visada en el registro de fundaciones que controla también Ubarretxena, que es consejera de Gobernanza, Administración Digital y Autogobierno. La presentación pública se celebró el 9 de mayo en Bilbao, coincidiendo deliberadamente con el Día de Europa. En aquel momento, eso sí, Urkullu no tenía aún el visto bueno del Gobierno para el inicio de una actividad privada. El propio aludido, a preguntas de los periodistas, confirmó que así era. Explicó, en todo caso, que lo que no podía hacer aún era tener una remuneración, una posición ejecutiva, pero sí estaba facultado para poner en marcha la entidad o incluso ofrecer una rueda de prensa. Urkullu dijo que quería ser “absolutamente riguroso” con la tramitación de esta compatibilidad. Es el “primer interesado” en “hacer las cosas como hay que hacerlas”, agregó.

Esa resolución que autoriza a Urkullu como “presidente ejecutivo” de eAtlatic ha llegado casi un mes después, aunque dentro de los plazos administrativos, según insisten fuentes del Gobierno. Con Urkullu también trabajará para eAtlantic Marian Elorza, que fue en las tres legislaturas la responsable de Acción Exterior de la Presidencia vasca. Ella también ha solicitado la compatibilidad para el inicio de una nueva actividad privada y ella también la ha recibido para ser “directora general”. En eAtlantic están también Juanjo Álvarez, asesor muy cercano en su etapa política, o el periodista Juan Mari Gastaca. En el patronato de la fundación participó incluso una exdirigente del PP, Cristina Ruiz, así como las universidades.

Del último equipo de Urkullu, pocos consejeros se mantienen en la política. En el Gobierno continúan Bingen Zupiria y Nerea Melgosa en otra cartera y Javier Hurtado, de la cuota socialista de la coalición con el PNV, exactamente con sus mismas funciones, Turismo, Comercio y Consumo. La vicelehendakari socialista Idoia Mendia pasó a ser eurodiputada. El vicelehendakari nacionalista Josu Erkoreka, por el contrario, fue ubicado como asesor de la Diputación de Bizkaia. Sigue en la administración como vocal de la comisión jurídica asesora (COJUA) Olatz Garamendi. Iñaki Arriola ha pasado al consejo de administración de una filial de Renfe. Jokin Bildarratz y Pedro Azpiazu están jubilados. Por la comisión de compatibilidades han pasado, eso sí, Gotzone Sagardui, que de consejera de Salud saltó a directora médica de una clínica privada de Vitoria, Vithas San José, y Arantxa Tapia, ahora consultora para KPMG y CSP Iberian Bilbao Terminal con salarios de hasta 230.000 y 10.000 euros, respectivamente.