Seis recetas fáciles (y muy ricas) para hacer en primavera sin invertir mucho tiempo

Se trata de un entrante perfecto para comer con invitados

Elena Segura

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Con la primavera llega el buen tiempo, pero también todo un mundo de sabores y texturas en la cocina. Decenas de alimentos se encuentran en temporada, abriendo la posibilidad de probar un sinfín de recetas. Para comer bien, especialmente a lo largo de esta estación, no es necesario ser un 'cocinilla' o invertir mucho tiempo. Es por ello que proponemos seis recetas sencillas, que harán las delicias de tus desayunos, comidas y cenas. Estés solo o acompañado, no hay excusa para cocinar y disfrutar de platos hechos con mimo.

Aguacate relleno

Si buscas un entrante ligero, pero lleno de sabor, tu mejor opción es un aguacate relleno. Caracterizado por su sencillez, sus colores vistosos harán las delicias de tus invitados. Para preparar este sencillo plato, solo necesitas los siguientes ingredientes para cuatro personas:

  • Dos aguacates: debería bastar con una mitad por persona. Si son muy pequeños, mejor utiliza cuatro tomates
  • Una cebolla roja
  • Albahaca al gusto
  • Una cucharada de limón
  • Dos cucharadas de aceite de oliva
  • Pimienta
  • Sal al gusto

Los ingredientes de este plato pueden varias en función del tamaño de tus materias primas, por lo que vas a atener que recurrir a tu propio criterio y a tu paladar para guiarte hacia las proporciones correctas. Para la elaboración de esta receta, sigue estos pasos:

  1. Parte los aguacates en dos. Debes asegurarte de que las dos mitades salen enteras. Con la ayuda de una cuchara, extrae el hueso.
  2. Corta en dados los tomates y lamina la cebolla roja. En lo que respecta a la albahaca, puedes dejar las hojas enteras.
  3. Mezcla todos estos ingredientes en un bol junto al aceite de oliva, la cucharada de limón y la sal.
  4. Cuando estén bien integrados entre sí, colócalos sobre el aguacate, en el hueco que ha quedado vacante tras extraer su hueso.
  5. Espolvorea algo de pimienta.

Vichyssoise con huevo pochado

Vichyssoise -o vichisuá- es un clásico que puedes disfrutar tanto en frío como en caliente, por lo que es una receta perfecta para adaptarse a los vaivenes que suelen experimentar las temperaturas a lo largo de la primavera. Con un huevo pochado, el sabor de este sencillo plato será aún más redondo. Para elaborar una buena vichyssoise para cuatro personas necesitas los siguientes ingredientes:

  • 500 gramos de puerros: ten en cuenta que solo utilizarás la parte blanca, ya que la verde puede amargar tu plato
  • 250 gramos de patatas: si quieres cocinar para más o menos personas, recuerda que la proporción entre puerro y patata debe ser equivalente o, como en este caso, la mitad de patata que de puerro. Recuerda que a menor cantidad de patata, más ligera quedará la textura de tu Vichyssoise
  • Un litro de caldo de pollo: puedes sustituirlo por un caldo de verduras o por agua
  • 150 mililitros de nata líquida de cocinar
  • 100 gramos de mantequilla
  • Una cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • Cuatro huevos
  • Vinagre

Para elaborar esta receta, te aconsejamos que comiences por la crema y prepares los huevos al final. De esta forma, podrás controlar la textura que tendrán los huevos cuando sirvas este plato en mesa:

  1. Limpia bien los puerros bajo el agua del grifo, recuerda que debes descartar para esta receta la zona anterior de las hojas, desde donde presenta el verdor. No te olvides de retirar la parte inferior del puerro, donde se encuentra la raíz.
  2. Pela las patatas, lávalas y cáscalas en dados. Se trata de una técnica en la que empiezas a cortar la patata como harías de forma tradicional, pero en lugar de seccionarla del todo con el cuchillo, haces palanca para dividirla. Uno de los extremos deberá quedarse granulado, en lugar de con un corte limpio. De esta forma, la patata soltará más almidón y la crema espesará más.
  3. Vierte el aceite de oliva y la mantequilla en la cazuela. Cuando esté caliente, rehoga los puerros hasta que queden blandos. Es importante evitar que se doren para no alterar su sabor.
  4. Añade el caldo de pollo y cuécelo junto al puerro y la patata durante veinte minutos.
  5. Cuando la patata esté cocida, bate todos los ingredientes hasta obtener una textura suelta y ligera. Puedes añadir la nata en este paso, o esperar a que se enfríe.
  6. Por último, prepara tu huevo poché. Para ello, pon a hervir agua y vinagre en una olla. Debe haber aproximadamente una décima parte de vinagre sobre una de agua. Retira la olla cuando el agua esté en ebullición, rompe un huevo en una taza y déjalo caer que se deslice lentamente en la olla. Retira la taza cuando el huevo esté totalmente suspendido en el agua. Tapa la cacerola y deja que se prepare durante unos tres minutos.
  7. Para la presentación de esta receta, vierte la vichyssoise en un cuenco y deposita el huevo encima con cuidado.

Zumo de remolacha

Pocas recetas son tan sencillas como aquellas cuya elaboración se basa en pasarlo todo por la licuadora. Es el caso del zumo de remolacha, delicioso a la par de sano y refrescante. Para esta bebida solo necesitarás los siguientes ingredientes:

  • Tres remolachas medianas. Sabrás que están en su punto si, al parlarlas, las notas firmes al tacto.
  • Una manzana u otro tipo de fruta de tu elección si buscas suavizar el sabor de la remolacha.
  • Un limón
  • Un trozo de jengibre.

Esta receta, como hemos comentado, es extremadamente fácil y rápida:

  1. Pela las remolachas, el jengibre y la manzana.
  2. Corta tus ingredientes en datos para que tu licuadora los procese sin problemas
  3. Exprime el limón. Si no quieres ensuciar un exprimidor, pártelo por la mitad y extrae su jugo introduciendo las manos en su carne. Asegúrate de que las tengas limpias y libres de heridas.
  4. Introduce todos tus ingredientes en la licuadora. Puedes batirlos con una batidora, pero tendrás que colar el zumo resultante para obtener una textura fina.
  5. Deja enfriar el zumo en la nevera. Cuando lo quieras degustar, sírvelo en un vaso.

Ensalada de brócoli y pimientos

Si quieres comer brócoli, pero buscas enmascarar su sabor lo máximo posible, el pimiento puede ser tu mejor aliado. La potencia de sabor de este vegetal te permitirá disfrutar de esta deliciosa ensalada, con la que podrás servir a hasta seis personas:

  • 350 gramos de brócoli
  • 200 gramos de pimiento rojo
  • Una manzana
  • Dos cucharadas de aceite de oliva
  • Una cucharada de vinagre
  • Media cucharada de azúcar
  • Dos cucharadas de miel
  • Una cucharada de mostaza de Dijon
  • Sal y pimienta al gusto.

Como puedes observar, se trata de un plato cargado de sabor, pero que requiere de una mínima preparación:

  1. Separa el brócoli en pequeñas secciones, que deberán tener la apariencia de pequeños arbolitos. Con un cuchillo bien afilado, lamina este brócoli, con un grosor que no supere el centímetro. Corta también en tiras el pimiento rojo, lo más fino que puedas.
  2. Saltea el brócoli en una sartén hasta que se ablande. Si quieres darle un sabor ahumado a esta receta, espera a que se dore. Déjalo enfriar.
  3. Tritura la manzana hasta que adquiera la consistencia de una pasta.
  4. Mezcla a la manzana el aceite de oliva, el vinagre, el azúcar, la miel, la mostaza de Dijon, la sal y la pimienta.
  5. En un bol, integra todos los ingredientes.

Ensalada de huevo y atún

Para cuando el sol primaveral castigue con especial fuerza, no hay nada como la clásica y deliciosa ensalada de atún con huevo y mayonesa. Es refrescante, como todas las ensaladas, al tiempo que sacia el apetito. También destaca por su versatilidad, ya que, además de los ingredientes clásicos, se pueden hacer variaciones sobre esta base. Al contar con tan pocos ingredientes, es importante que estos sean de calidad:

  • Cuatro huevos L
  • 250 g ramos de atún en conserva
  • 80 gramos de mayonesa
  • 25 gramos de mostaza de Dijon
  • Una pizca de sal fina
  • Una pizca de pimienta negra molida
  • 80 gramos de brotes de lechuga

Por otro lado, es una ensalada fácil de transportar en un tupper, de forma que es ideal para un pícnic o cualquier otra reunión a la que tengas que acudir con algún plato de comida:

  • Cuece cuatro huevos. Para ello, cúbrelos con agua y llévalos a ebullición durante 12 minutos.
  • Interrumpe la cocción con agua fría y espera unos minutos antes de pelarlos y trocearlos.
  • A continuación, pícalos y deposítalos en un bol. Añade 250 gramos de atún en conserva bien escurrido, 80 gramos de mayonesa, 25 gramos de mostaza de Dijon y salpimentamos al gusto. Mezcla los ingredientes y déjalos enfriar al menos media hora antes de emplatar.
  • A la hora de servirla, pon en cada plato 20 gramos de brotes de lechuga alrededor de la mezcla. 

Mousse de fresa sin lactosa

Se trata de un postre llamativo y delicado, con un sabor y color que son fáciles de asociar a la primavera. Además, es posible elaborarla para intolerantes a la lactosa:

  • Tres hojas de gelatina
  • 250 gramos de fresas
  • 200 mililitros de nata para montar sin lactosa, con un contenido de materia grasa del 35 por ciento. Como alternativa, puedes utilizar nata de coco.
  • 60 gramos de azúcar glas
  • Una cucharada de agua

El grueso del tiempo de preparación de esta receta será en la nevera, por lo que planea bien los tiempos para que esté lista cuando la quieras consumir:

  1. Lava las fresas con abundante agua. No te olvides de reservar dos o tres para poder decorar este postre.
  2. Corta las fresas en pequeños dados y cocínalas junto al azúcar a fuego medio durante unos diez minutos. Deben adquirir una textura blanca y que el azúcar esté integrado.
  3. Tritura las fresas y cuélalas para evitar grumos
  4. En un bol con agua fría, hidrata las hojas de gelatina. Debes asegurarte de seguir las instrucciones del fabricante, y que las hojas estén bien sumergidas en el agua. Calienta dos cucharadas de agua y disuelve la gelatina en el agua templada. Debes evitar que queden grumos, ya que dejarían una textura muy desagradable en el resultado final.
  5. Monta la nata a mano o con unas varillas eléctricas.
  6. Añade la nata al puré de fresas. Debes incorporar este ingrediente muy lentamente, para que la nata no pierda su consistencia. Incorpora también la gelatina.
  7. Dispón la mezcla en copas y deja enfriar un par de horas.
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