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Vitoria y Osakidetza desbloquean el centro de salud del Casco Viejo, aunque no estará listo al menos hasta 2030

El consejero, Alberto Martínez, y la alcaldesa, Maider Etxebarria, en el antiguo hospicio de Vitoria este miércoles

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El consejero de Salud de Imanol Pradales, el doctor Alberto Martínez, recibió la misión de procurar a Vitoria “servicios sanitarios de calidad” cuando llegó al cargo hace casi un año porque es “una ciudad capital” y en los últimos años las quejas ciudadanas, de sindicatos, de partidos y de colectivos sociales se habían disparado. Enrique Bárez, su hombre al frente de la OSI Araba, la organización que aglutina a hospitales y centros de salud del grueso de la provincia, tiene varias carpetas numeradas con los diferentes asuntos que se van ventilando. Uno, PAC de San Martín. Dos, Urgencias de Santiago. Y, tres, nuevo centro de salud para el Casco Viejo. Este miércoles se ha resuelto ya. O, más bien, se ha desbloqueado.

Primero fue, en efecto, la reapetura del PAC de San Martín, el segundo de Vitoria junto con el de Olaguíbel. Después llegó la reapertura también de las Urgencias del centro, las del hospital de Santiago. Son enmiendas a la gestión del equipo anterior, el de Gotzone Sagardui, que es del PNV como Martínez y que ahora dirige una clínica privada en la capital, Vithas San José. En otros lugares también ha habido rectificaciones, como la reciente paralización del almacén centralizado de Iurreta, 129 millones entre la puesta en marcha y la gestión privatizada durante una década. O en Bilbao, con la paralización de los cambios en el servicio de cirugía cardíaca de Basurto.

El propio Martínez ha citado que el de Casco Viejo es el tercer hito en Vitoria durante su mandato. “Ya hemos cumplido”, se ha felicitado delante de la alcaldesa de la ciudad, la socialista Maider Etxebarria, en el salón de recepciones más noble del Ayuntamiento, con jarrones, espejos de marcos dorados y cuadros de personajes y escenas históricas. Etxebarria ha agradecido especialmente la implicación de quien ha bautizado como “nuestro consejero” a pesar de ser de otro partido. Entre los asistentes, al menos dos han mencionado en privado también el gran cambio en Salud tras la salida de Sagardui y el fichaje del desconocido anestesista sin experiencia previa en política.

El acuerdo pasa por que el Casco Viejo tendrá un nuevo centro de salud que sustituya al actual, que genera quejas por diferentes motivos. Irá al hospicio, un edificio del siglo XVIII “significativamente” más amplio. Se ha aludido a 5.000 metros cuadrados para “ampliar las consultas” e “incrementar” la intensa actividad de la zona medieval de Vitoria. Son 30.000 usuarios potenciales. Incluso habrá “espacio de reserva” para futuras ampliaciones, si fueran precisas, porque el viejo lugar tiene varias plantas.

Osakidetza ha accedido a financiar al Ayuntamiento el traslado del actual centro de día en ese hospicio, que irá a la cercana residencia de San Prudencio. Eso y el resto de trabajos preliminares costarán 3,3 millones de euros hasta 2028. Después, habrá dos años de obras, con una inversión prevista de 13,1 millones. La previsión es que, como mínimo, hasta 2030 no abra el nuevo ambulatorio. Son cinco años de espera que se suman a los seis ya transcurridos desde que se lanzó la idea. El consejero ha pedido “paciencia” a la ciudadanía. La alcaldesa no ha ocultado que es una “compleja” operación. “Esto no ha sido un puzle fácil de resolver”, ha señalado.

Ha señalado Martínez que en Vitoria “la satisfacción de los usuarios está constrastada” después de los cambios implementados y que el Gobierno vasco, al menos el nuevo, “cumple la palabra dada”. Eso sí, no está en la agenda un nuevo centro de salud en el sur que sustituya al actual de Olarizu. Lo pidió la alcaldesa y lo rechazó Martínez, como adelantó este periódico. Preguntados por ello, Etxebarria, sin ahondar en la herida, ha mostrado “agradecimiento total” a Osakidetza por las medidas ya adoptadas aunque admitie que “seguirá dando cuenta” de demandas de la población. Pero el titular de Salud ha insistido en que el número de facultativos en esa zona es más que suficiente y que si los barrios atendidos continuaran en expansión se volvería a revisar el asunto.

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