Misoginia digital 2.0: “La aristocracia tecnológica está liderada por una minoría masculina que perpetúa estereotipos”

Donostia, en el marco de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco (EHU, por sus siglas en euskera), ha debatido este martes sobre la misoginia digital. Una de las expertas participantes, de hecho, ha hablado ya de sexismo 2.0. “La aristocracia tecnológica está liderada por una minoría masculina que decide qué es visible y deseable, perpetuando estereotipos sexistas”, ha sido una de sus conclusiones.

La directora de Emakunde, Miren Elgarresta, ha subrayado también la importancia de abordar los riesgos de Internet con una perspectiva de género. “Los mensajes misóginos y machistas están cada vez más presentes en las redes que consumen los jóvenes. No podemos ver la tecnología como un enemigo, pero sí debemos entender cómo afecta a la construcción de relaciones igualitarias”, ha señalado.

Elgarresta ha participado en la apertura curso de verano de la EHU “Pensando un Internet seguro y feminista para las generaciones futuras”, organizado por Emakunde y celebrado este martes en Donostia. El evento ha reunido a expertas en material para analizar cómo se reproducen los estereotipos de género y la violencia contra las mujeres en los entornos digitales frecuentados por la juventud.

La jornada ha arrancado con la ponencia de la socióloga Águeda Gómez Suárez, quien presentó el concepto de “misoginia digital 2.0”, que se refiere a una violencia estructural que se despliega a través de algoritmos, plataformas y contenidos radicalizados. Gómez Súarez ha señalado que “la aristocracia tecnológica está liderada por una minoría masculina que decide qué es visible y deseable, perpetuando estereotipos sexistas”.

En su discurso, también ha alertado sobre la expresión “manosfera”, una red de hombres jóvenes que canalizan su malestar hacia posiciones políticas reaccionarios y misóginas, alimentando un discurso de odio contra las mujeres desde plataformas como 4chan, Telegram o Forocoches. Este 8 de marzo estuvo muy centrado en denunciar esas prácticas.

En esa misma línea, la profesora Inés Guilló Godard, de la Universidad Complutense de Madrid, ha analizado la autopercepción de las jóvenes en redes sociales, afectadas por “una presión constante hacía la perfección” y expuestas a modelos inalcanzable. Guilló Godard ha explicado que las jóvenes admiran a figuras idealizadas del tipo “superwoman”, aunque son conscientes de que esas representaciones son ficticias. A pesar de la aparición de nuevas expresiones y referentes, persisten las miradas masculinas, los roles secundarios y la falta de diversidad. “El entorno digital no es neutro, es estructuralmente desigual”, entiende.

Coeducar para revenir la violencia

Por otra parte, la socióloga Carmen Ruiz Repullo, de la Universidad de Granada, ha abordado la necesidad de implementar políticas educativas que ayuden a prevenir la violencia machista desde edades tempranas. Denunció claramente el “desamparo digital” en el que se encuentran muchos adolescentes: “Dar un móvil sin control a un niño de 8 años es dejarlos a merced de discursos peligrosos”.

Ruiz Repullo también ha puesto el foco en la “pornosocialización”, una tendencia que empuja a las chicas jóvenes a mostrar su cuerpo para recibir validación, y en la presión social que afecta también a los chicos, especialmente homosexuales. Además, ha reivindicado, desde el primer momento de su ponencia, la coeducación como herramienta imprescindible. “La coeducación es escuchar, ver y mirar a los ojos”, así terminaba su discurso, que fue aplaudido por los presentes.

La jornada ha terminado con la presentación del programa CDA-Stop, un proyecto de prevención de la violencia digital en jóvenes y en el entorno amoroso. Desarrollado por el grupo de investigación Psides de la EHU, representado por María Dosil Santamaría y Uxue Abasolo, han explicado que el proyecto busca dotar a la juventud de herramientas para identificar y afrontar comportamientos de control.