Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Álava vuelve a subirse al tren

Desde hace escasos días, Álava está de enhorabuena porque ha estrenado su nuevo servicio ferroviario de cercanías, casi 50 años después de que el tren Vasco Navarro dejara de circular por la provincia. Esto se va a traducir en más frecuencias para viajar a lo largo y ancho de la Llanada alavesa todos los días de la semana a través de nuevos servicios y la prolongación de otros ya existentes que solamente realizaban la mitad del trayecto, entre Vitoria-Gasteiz y los municipios limítrofes con Euskadi de Burgos y Navarra.
En este corredor, que va de Miranda de Ebro hasta Alsasua, la inmensa mayoría de los desplazamientos se realiza en medios que generan emisiones. Para competir con el vehículo privado de combustión, además de aumentar las opciones en términos horarios para la ciudadanía, el Departamento de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco que dirijo también está realizando un esfuerzo para que las tarifas sean más ajustadas, propias de un servicio de cercanías.
El tren es un medio de transporte cargado de futuro porque, además de la comodidad y los tiempos de desplazamiento que ofrece, también reduce desigualdades sociales y geográficas. Cohesiona el territorio y la sociedad. Facilita que todas las personas puedan desplazarse independientemente de cuáles sean sus ingresos, dónde vivan o sus niveles de movilidad.
Álava deja de ser una excepción
Por eso el esfuerzo de los últimos meses para poner en marcha este servicio ha sido importante, desde que el 1 de enero desde el Gobierno vasco asumimos la competencia en la gestión de las cercanías ferroviarias, antes en manos del Gobierno central. Queríamos que Álava dejara de ser una excepción con respecto a Bizkaia y Gipuzkoa, que tuviera un mejor servicio ferroviario y que este tuviera en cuenta la realidad de las personas que viven en Manzanos, Iruña de Oca, Vitoria-Gasteiz, Alegría-Dulantzi, Agurain y Araia, sus lazos con las poblaciones de comunidades autónomas vecinas.
El esfuerzo ha sido importante porque hemos tenido que superar las complejidades propias de un servicio de cercanías que toca tres comunidades autónomas y por la complejidad técnica en una línea en la que las cercanías conviven con trenes de media y larga distancia, así como de mercancías.
Me alegra ver la acogida que este servicio está teniendo en sus primeros días de andadura y animo a la ciudadanía a hacer uso de él, porque es la mejor manera de legitimarlo.
Objetivo: no ser conformistas
El trabajo conjunto con Renfe, que opera el servicio, y con Adif, administrador ferroviario estatal del que dependen las vías y las estaciones, está siendo fructífero en los primeros meses de gestión de esta competencia por parte del Gobierno vasco. Nuestro objetivo ha sido desde el primer momento el de no ser conformistas y buscar la mejora continua, y así está siendo: en enero implantamos mejoras en el servicio de la línea C3 de Bizkaia y ahora activamos las cercanías de la Llanada alavesa.
Mientras, seguimos trabajando para prestar un mejor servicio y que cada vez más personas opten por dejar el coche en casa y se suban al tren. El tren de cercanías es una alternativa real, cómoda, limpia y eficiente para moverse entre localidades alavesas, tanto por trabajo como por estudios o motivos de ocio.
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