Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Reseña

Nueva (y de nuevo buena) entrega de la Revista Calicanto

Una de las ilustraciones de Federico Hurtado en la revista Calicanto

0

Persistente en su empeño contra viento y marea por mantener en la oferta literaria regional y nacional la presencia de una revista en papel, la más que veterana publicación manzanareña Calicanto ha sacado a la calle una nueva entrega –la trigésimo octava desde que, allá en el otoño de 1996 echara a andar como una de las apuestas más interesantes de su colectivo fundador, el grupo Azuer-, y la tercera desde que el polifacético Teo Serna, presente ya en aquel entonces, pasara a colocarse a su frente en el doble papel de director y diseñador para iniciar la que sus propios promotores anunciaban como su “segunda época”, manteniendo tanto las características formales, - cartulina verjurada para la portada, papel marfil offset natural para el interior-, como el nivel de calidad de sus contenidos decidida.

Como reitera en su texto introductorio el nuevo número, en un momento en que “las pantallas son el único espejo donde nos miramos, y cuando las revistas impresas se encuentran en proceso de extinción o han sido ya fagocitadas por el inmenso agujero negro de las redes”, a seguir manteniendo “alto su vuelo, su leve tacto de papel, su antigua voz artesanal”…

Pues, ¿qué quieren que les diga? Bravo por sus impulsores.

Con portada e imágenes interiores en un par de sus páginas (la 29 y la 43) firmadas por el arquitecto y artista visual argentino Federico Hurtado que suele desarrollar sus realizaciones en los terrenos del collage y del ensemble en un hacer que, en palabras de Paulo César Peña, sería “una continua reinterpretación de la realidad a la que somete a descomposición y reordenamiento en cada una de sus obras visuales”, con realizaciones que en ocasiones funcionan casi como esenciados microrrelatos, para en otras trastear, juguetón, con el retrato de época o acercarse al surrealismo, las sesenta páginas de la nueva entrega de Calicanto se abren con cinco citas de Opera aperta de Umberto Eco en torno al mensaje fundamentalmente ambiguo de la obra de arte: su huella a caballo entre lo que quería ser y lo que de hecho llega a ser, sus aspectos a la par fragmentos constituyentes y trasuntos en esa su parcialidad del propio todo que configuran, el potencial emotivo de la palabra poética y la importancia en el lenguaje artístico de la situación en la que se genera.

Tras ellas el apartado dedicado a la poesía acerca al lector composiciones de Amaya Blanco García, Antonio Carvajal, Basilio Sánchez, Ben Clark, la portuguesa Carina Anselmo Valente, Carlos Medrano, Chantal Maillard, Diego Roel, Efi Cubero, Inés Belmonte, José Luis Morales, Juan Ramón Mansilla, Marcos Paulino, Miguel Ángel Curiel, Neus Aguado, Rafael Escobar, Rafael Soler y Raquel Bullón (en su caso con dos poemas visuales) en un abanico de edades, tendencias y sensibilidades de elevado nivel de calidad que hace especialmente atractiva su lectura, por cuanto pone a disposición del lector el variopinto panorama del hacer poético actual de nuestro país y, en el caso de Carina Anselmo de nuestros vecinos lusos.

A continuación la sección dedicada a la narrativa incluye aportaciones firmadas por José Carlos Llop, Miguel Galanes, Natacha G. Mendoza y Rosa Navarro, precediendo al amplio capítulo de reseñas y críticas de novedades editoriales en el que Pedro Torres analiza por un lado los veintiséis poemas de La noche de Chema Fabero, una publicación salida del taller conquense de Ediciones la Zúa que con tan exquisito cuidado patronea Perico Simón y cuyos textos se acompañan de dos ilustraciones exentas obra de Teo Serna, y por otro el asimismo poemario De qué vas a vivir. Poemas (2008-2023) de Juan Marqués puesto en las librerías por la granadina Editorial Comares.

Fernando José Carretero analiza a su vez otra entrega poética, en este caso de Jesús Maroto publicada por la toledana Celya Editorial Diferencia se llama; Manuel Gallero Arroyo hace lo propio con la última doble entrega en un solo volumen de Manuel Rico Quebrada luz y El muro transparente editada por la zaragozana Olifante.

Cristóbal López de la Manzanara da cuenta de Los márgenes remotos de Jorge Pozo Soriano (XXII Premio Nacional de Poesía Ciega de Manzanares) y –perdón por cuanto me toca–, Rafael Escobar pone su siempre preciso ojo crítico en mi reciente poemario en Olifante Cual en fugaz parpadeo.

Quede aquí, con esta reseña, constancia de esta nueva muestra del permanente empeño de Calicanto editada y distribuida, subrayemos asimismo su mérito, por el Área de Cultura del ayuntamiento manzanareño, merecido aplauso también para el consistorio, y a la espera quedamos de ese nuevo número que anda ya, a lo que parece, más que avanzado en su preparación.

Etiquetas
stats