El ''bloqueo institucional'' obliga a suspender la protesta contra la masificación del Parque Nacional del Teide

Aplazada la protesta convocada este sábado para frenar la destrucción del Parque Nacional del Teide. Según han informado los organizadores, la Subdelegación del Gobierno en Canarias ha condicionado la celebración de la concentración a una autorización previa del Cabildo de Tenerife. ''La razón no es una prohibición directa, sino una argucia'', han señalado los colectivos.
En un comunicado oficial, la Delegación del Gobierno ha justificado que, al tratarse de una protesta en un Parque Nacional, ''resulta exigible'' la autorización previa del órgano competente, en este caso, el Cabildo insular. ''Al igual que la presidenta prohíbe el acceso al Parque Nacional del Teide por inclemencias del tiempo, o autoriza carreras o rodajes de películas, es el Cabildo de Tenerife la administración competente“, sostienen.
El objetivo de la concentración es exigir la conservación del Parque Nacional del Teide y defender sus valores, ''frente a la prevalencia del uso turístico de masas y del ocio que desarrolla el Cabildo''. En esta línea, los ecologistas critican que la autorización final dependa de la administración contra la que va dirigida la protesta ''por su desastrosa gestión del espacio protegido''.
Los colectivos organizadores lamentan que la decisión haya sido comunicada con escaso margen de tiempo para maniobrar, lo que ''imposibilita materialmente la realización del acto en la fecha prevista''. Asimismo, denuncian que se está impidiendo su derecho a la manifestación y aseguran que la protesta se aplaza, pero no se cancela.
Batalla política
La suspensión de la movilización llega después de que la presidenta del Cabildo insular, Rosa Dávila, dijera en una rueda de prensa que pediría a la Delegación del Gobierno que la desautorizara. ''El Teide no es un manifestódromo ni un decorado para sus batallas ideológicas'', aseveró.
La Delegación del Gobierno desestimó la petición, aclarando que no podían prohibir una concentración de estas características. Dávila reaccionó tildando la decisión de ''barbaridad'' y carente de ''sentido común''. Este jueves, la Delegación ha asegurado que si la corporación insular quisiera prohibir cualquier actividad por cuestiones medioambientales, ''podría hacerla''. ''Es la presidenta del Cabildo la que tiene la última palabra'', ha dicho.
La presidenta del Cabildo ha utilizado la protesta por la protección del Teide como arma política para arremeter contra el Gobierno de España, insistiendo en que autorizar la concentración es una ''muestra más del ninguneo'' del Ejecutivo. Por el contrario, no se ha pronunciado respecto a que la Vuelva Ciclista a España de 2026 pase precisamente por el Parque Nacional.
Por otra parte, la Delegación ha lamentado que Rosa Dávila ''ponga en duda la regulación del derecho a reunión''. ''Le recordamos a la presidenta que desde la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife no se autorizan las manifestaciones, tan solo se regula el derecho predeterminado a realizarse'', indica la nota de prensa. Además, insisten en que la Subdelegación ''solo tiene competencias en materia de seguridad ciudadana'' y ninguna sobre protección ambiental.
''Lamentamos profundamente el tono desafiante al Gobierno de España y el populismo con el que actúa la presidenta del Cabildo, que cuando quiere presume de los medios estatales y cuando quiere aprovecha cualquier ocasión para cargar contra el presidente de Gobierno de España'', concluye el comunicado de Delegación.
“Paradójico e hipócrita''
Los colectivos convocantes de la protesta califican de ''paradójico y profúndamente hipócrita'' que el Cabildo presente la protesta como una amenaza ambiental mientras ''permite y promueve'' carreras multitudinarias, rodajes, vueltas ciclistas, eventos masivos y propuestas comerciales en el Parque Nacional.
''A ello se suma la falta de control y vigilancia de las prácticas ilegales que ocurren a diario en el Parque: acampadas ilegales, rutas nocturnas de quads, visitas descontroladas, daños al patrimonio natural y geológico, o accesos irregulares al pico del Teide'', añaden.
''Elverdadero atentado contra la conservación del parque no es una protesta simbólica, pacífica y totalmente controlada, sino el modelo de gestión que se ha impuesto desde las instituciones, que tratan al Teide como un parque de atracciones en vez de como un espacio natural único y frágil que ostenta la máxima categoría de protección'', concluyen.
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